03 mayo 2008

Chaitén



En uno de mis mochileos, llegué allá sin saber dónde iba, porque me colé en ese viaje a las 10am, y partí a las 21:00. Así no más.

Llegar no fue fácil; atravesar el Corcovado con tormenta no es lo más agradable para el estómago. Recuerdo que Montse me preguntaba que quería y yo sólo le hacía "shhhhhhhhhhhhhhh", pidiendo silencio, mientras escuchaba " Bustin' Surfboards" de la BSO de Pulp Fiction.

Después de un rato, llegamos a Chaitén ya atardeciendo, y fue Nicolás un gringo amable quien nos llevó a la "Casa de Rita".

Nos llamaba la atención la cantidad de banderas judías presentes en el pueblo.
Conversando con la gente, nos contaban que para ellos ésta era La Tierra Prometida, pues era el último lugar del mundo donde se iba a acabar el agua dulce.

Han pasado unos años desde ese viaje, y siempre he querido volver, para disfrutar de ese viento tan fuerte, que al ponerse en contra uno no se cae, y sentarse en la orilla a mirar la puesta de sol, y darse cuenta que nada es tan grave...

Ahora todo es diferente, pues La Tierra Prometida está sufriendo, y al parecer no hay forma de salvarla. Ellos la eligieron, y después de 400 años un volcán despertó acabando con las promesas.
¿Servirá rezar?
P.

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