04 agosto 2007

Cambio de hábitos





Este año no tuve vacaciones en verano, y valió la pena esperar las de invierno.
Claro que varias cosas tuvieron que cambiar, como por ejemplo, abandonar mi mochila regalona, el bus interprovincial y ahora tomar una maleta y un avión. Ambas cosas por primera vez.

Acostumbrada a viajar en compañía masculina, también era una novedad ir con una Amiga a perderse en una ciudad para nosotras idílica.

Recorrer hasta dejar las suelas en la calle, observar todo como queriendo comerse la ciudad, (que no era mala idea jeje).

Anoche soñé con el volver allá, y lejos ha sido el mejor momento de la semana, de libertad, relajo y pasarlo bien. Pero bien bien, no de ese por cumplir, del que se vuelve rutinario y se finge para evitar problemas.
Lo entretenido del sueño era que como ya conocíamos, iba recordando lugares de los cuales me enamoré, realmente esa es la palabra.

Ahora que tengo una maleta, me gustaría poder llenarla lo más seguido posible y partir de viaje al menos un par de meses, o bien menos tiempo pero más seguido, porque además de descansar, conocer y relajarse, es bueno descolgarse de los grilletes que se llevan, que cada vez pesan más, y están comenzando a herirme.

Aprovechar ahora que no tengo ataduras de ningún tipo, claro que ese es el motivo menos convincente, por que no creo que llegue a tener más de las que ya tengo, y que son casi irrenunciables, pues no veo ni cerca hijos ni matrimonio ni nada parecido. Tampoco quiero tenerlos, así es que por ahora mis energías irán a llenar las arcas para poder tomar otra vez el camino al aeropuerto y salir de esta contaminación que me colapsa.
Y la próxima no le traigo regalos a nadie más que a mi Madre.
P.

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Mi Gato Guardián